sábado, 31 de marzo de 2012

Reflexiones

Aquí varias personas me han comentado de que en un intercambio, o el vivir solo en otro país siendo más específicos, hace que uno se encuentre como persona, ponerse en contacto con el "yo interior" y que se descubra como es uno en realidad. La verdad es que en el intercambio uno tiene mucho tiempo libre para echarse y pensar, muchas veces no es tan agradable porque ahí es cuando uno se da cuenta de las cosas idiotas que ha hecho en la vida y dan vergüenza de nuevo. Pienso en muchas cosas y lo comento con mis nuevos amigos: planes a futuro, como me proyecto, que quiero de mi vida, si quiero seguir viviendo como lo estoy haciendo, que quiero hacer por los demás y un resto de pensamientos y conversaciones que es sano tener y me impresiona lo cercano o lejano que puedo pensar a otra gente. Sin embargo en lo que más pienso es en mi familia y como está sin mí, de si soy importante en el día a día, de qué es lo que agrego en mi casa y que se pierde cuando no estoy.

Un amigo noruego el otro día me dijo que se había puesto a observar quienes están aptos para vivir fuera y quienes no, llegando a la conclusión de que a mí me veía preparado para vivir afuera porque no era como los demás en temas de fijación al origen y a la familia, de que me veía independiente y flexible para vivir en el extranjero. Aquí tuve una mezcla de sentimientos, si bien es bueno para mí ser capaz de vivir afuera, relativamente solo (obviamente no), pero también me toca el tema de que reflejo poco a Chile... Hablo harto de las piscolas, he cantado el himno nacional, huevoneo apenas puedo y un largo etc. que me hace sentir bien chileno, pero no se, para muchos no basta... Siempre he dicho y me he propuesto ser alguien que habite en el mundo y no viva etiquetado, pero ahora me hago la pregunta: ¿estoy dispuesto a renunciar a mi chilenidad por ser un "habitante del mundo"?

Gracias a Dios he tenido la oportunidad de conocer gente increíble, de muchas nacionalidades y con orígenes diametralmente diferentes, que me hacen replantearme todo en lo que pienso y creo. Cosas que yo las daba como dadas ahora no lo son tanto y también me da curiosidad conocer el por qué. Por esto he tenido ocasión de tener unas conversaciones profundas con españoles, mexicanos, americanos y noruegos entre otros que me han añadido mucho... Creo que cuando uno dice que el intercambio es una experiencia que "te hace crecer como persona" es justamente por estas conversaciones. Por lo que veo me faltaba mucho por crecer y todavía queda mucho también...